Habremos oidoo hablar de discos duros, pero vamos a conocer las principales diferencias entre los HDD y SSD.
Los HDD o discos duros mecánicos, están compuestos de piezas mecánicas, de ahí que a veces se le llame discos duros mecánicos, y utilizan el magnetismo para grabar tus datos y archivos.
Las unidades de estado sólido o SSD (Solid State Drive) son una alternativa a los discos duros.
Los SSD almacenan los archivos en microchips con memorias flash interconectadas entre sí, además no permiten almacenar tanta cantidad de infomación como en uno HDD.
La principal diferencia tiene que ver con capacidades máximas y precio. Hay que tener en cuenta que las SSD son mucho más modernas, por lo que es normal que su precio sea notablemente superior. A día de hoy, una SSD de 250 GB puede valer lo mismo que un HDD de 3 TB.
Uno de los inconvenientes de los discos SSD frente a los HDD en durabilidad es que tiene una mayor tasa de fallos. Aun así esto va mejorando generación a generación, y tiene otras ventajas como una mejor resistencia a los golpes.
Si sueles descargar muchos contenidos de Internet y necesitas grandes cantidades de almacenamiento, o si cuentas con un presupuesto bajo, lo recomendado es que sigas recurriendo a los HDD. También son un buen recurso para los discos duros externos, donde suele primar la capacidad de almacenamiento por encima de la velocidad.En cambio los SSD son recomendables si quieres tener un ordenador mucho más rápido.
En la mayoría de los casos sin embargo lo recomendable es combinar ambos tipos de disco duro. En una torre doméstica, por ejemplo, puedes utilizar un SSD en el disco C: para instalar allí el sistema operativo y que vaya todo más rápido. Lo acompañas de un HDD como disco secundario y tendrás una unidad perfecta en la que almacenar todos los archivos pesados que tengas en el ordenador.
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