2. La señal WiFi viaja a través de canales, "carreteras" invisibles que pueden estar más o menos saturadas. Si el tuyo lo hace por el mismo canal que utilizan todos los vecinos, es muy probable que encuentres interferencias constantes en la red.Por eso debes acceder a los Ajustes de tu Router y modificar el canal, que seguramente esté asignado a automático. No es fácil elegir uno que funcione a la perfección, aunque puedes ir cambiando de uno a otro hasta dar con el más estable de todos. No hacerlo es un error que perjudica a la señal WiFi de tu casa muy seriamente. Podéis verlo aquí, pero hay muchos tutoriales, si este no os funciona, podéis buscar uno para el router de vuestra compañía.
3. No tener tu router siempre a punto, un router es un dispositivo que cuenta con firmware y software. En algunos casos más avanzados que otros, como por ejemplo los routers de compañías especializadas del tipo AVM, que equipan sistema operativo propio.
Esto significa que debes tenerlos actualizados a su última versión, únicamente de forma rutinaria deberías reiniciarlos, pues en muchas ocasiones es la forma de forzar la actualización por parte del fabricante. Además de la versión del firmware, debes vigilar también la temperatura. Una forma de reducir tu cobertura WiFi es hacer que tu router no funcione como debería por puro sobrecalentamiento.
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