Inspirados en técnicas de gastronomía molecular, el español Rodrigo García González y los franceses Guillaume Couche y Pierre Paslier diseñaron esta especie de ‘bolsa’ hecha a base de algas pardas y cloruro cálcico. Las dos capas de membrana se consiguen a través de un proceso culinario llamado esferificación, por el cual los alimentos se encapsulan con texturas de gelatina. Antes de envasarla, el agua debe congelarse para evitar que se mezcle con los otros ingredientes.
El resultado es un envase sencillo, resistente, higiénico y biodegradable, que propone reemplazar a las clásicas botellas de plástico. Otra característica es su bajo costo.
¿Se podrá acabar con el consumo del plástico en el futuro?
WOW una noticia super interesante sigue así que llegarás lejos
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