Con este tipo de tecnología ya no meteremos la tarjeta de crédito por la ranura del datáfono, sino que la acercaremos unos centímetros al dispositivo de pago y, sin contacto físico (de ahí lo de 'contactless'), vía comunicación inalámbrica,. Si la compra es menor de 20€ no tendremos ni que poner el PIN. El campo de acción de una tarjeta se limita, a unos 20 centímetros, "10 centímetros en la práctica". Esto obliga al delincuente que quiera robar datos de la tarjeta a acercarse mucho para poder pasar el datáfono cerca de la víctima, en entornos de masificación como el tren en hora punta o una discoteca.
Para poder evitar esto se puede configurar para hacer un numero limitado de compras sin pin o ninguna y para más seguridad llevarlas en fundas especiales.
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